Ruta circular del Barranc del Cint en Alcoi

El barranc del cint des del Mirador

En los alrededores de Alcoi y al abrigo de la Serra de Mariola, se esconde una ruta circular que sorprende por su belleza, su cercanía a la naturaleza y la constante compañía de los buitres leonados que sobrevuelan el cielo durante casi todo el recorrido. Se trata de la ruta circular del Barranc del Cint, el Alt de les Pedreres y la Ermita de Sant Cristòfol, un itinerario muy recomendable para disfrutar en familia o con amigos, ideal para quienes buscan una caminata fácil, sin grandes pendientes, pero con paisajes espectaculares.

El barranc del Cint se encuentra al noroeste de la ciudad de Alcoi. En la imagen se puede apreciar a la izquierda el Alt de les Pedreres, la Ermita de Sant Cristófol y su cruz. A la derecha, el Pic del les Àguiles y la Mola de Serelles.

Barranc del Cint Alcoi

El recorrido parte del Preventori de la Mariola, una conocida área recreativa de Alcoi, y discurre entre barrancos, bosques de pino y zonas de roca caliza hasta alcanzar miradores naturales con vistas amplias hacia el Montcabrer, el Benicadell, la Serrella y la Aitana. Además, permite conocer de cerca una de las colonias más activas de buitres leonados de la Comunitat Valenciana, todo un espectáculo para grandes y pequeños.

Ficha técnica resumida

  • Localización: Alcoy (Alicante)
  • Punto de inicio y final: Área del Preventori de la Mariola
  • Tipo de recorrido: Circular
  • Distancia aproximada: 9–10,5 km
  • Desnivel acumulado: +450 m
  • Duración estimada: 3 – 4 horas con paradas
  • Dificultad: Fácil o media-baja
  • Señalización: Sendas y pistas locales, parte por el GR-7
  • Interés principal: Observación de buitres leonados, vistas del entorno y visita a la Ermita de Sant Cristòfol

Descripción del itinerario paso a paso

1. Punto de partida: el Preventori

El recorrido comienza en el Preventori, un área natural situada a las afueras de Alcoi, conocida por sus pinares y su ambiente tranquilo. Hay espacio para aparcar, mesas de picnic y fuentes, lo que lo convierte en un excelente punto de partida. Desde allí tomamos una senda que discurre prácticamente paralela a la carretera, dirección al Barranc del Cint. Hay unos baños públicos pero están cerrados. Aconsejamos buscar un sitio discreto. El primer tramo es suave, con ligera pendiente y vegetación mediterránea: pinos, carrascas, fresnos, higueras, majuelos, romeros y tomillos perfuman el aire mientras se escucha el sonido de los pájaros.

Este arranque resulta ideal para ir calentando las piernas y entrar en ambiente. Poco a poco el paisaje se estrecha y aparece la entrada del Barranc del Cint, uno de los enclaves naturales más emblemáticos de la comarca.

2. Ingreso al barranco: Barranc del Cint

Adentrarse en el barranco es como entrar en otro mundo. Un mundo de naturaleza y tranquilidad. Las paredes calizas se elevan a ambos lados y la luz del sol se filtra entre las rocas, creando un ambiente fresco y silencioso. En este tramo, lo habitual es levantar la vista y observar a los buitres leonados planear sobre nuestras cabezas cuando el barranco se abre un poco. La sensación es impresionante: sus alas pueden superar los dos metros y medio de envergadura, y su vuelo pausado y majestuoso domina todo el cielo.

Si vais con niños pequeños es un momento de máximo disfrute en familia. Con prismáticos se pueden ver mucho mejor. Más tarde caminaremos por el precipicio que vemos a la izquierda y los veremos casi a su misma altura. En ese caso cuidado con los niños si estáis muy cerca del cinto.

El sendero del barranco transcurre cómodo, entre zonas de sombra y pequeños tramos de pista hecha con piedras.

Camino de piedra en el Barranc del Cint de Alcoi
Subida Camino de piedra en el Barranc del Cint de Alcoi
Zona de vuelo de los buitres leonados en Alcoi
Precipicio y cinto en la Zona de vuelo de los buitres leonados en Alcoi

3. El proyecto Canyet: el regreso de los buitres a la serra Mariola

Mientras recorremos el Barranc del Cint y alzamos la vista para ver el majestuoso vuelo de los buitres leonados, no siempre pensamos que detrás de su presencia hay un trabajo constante de conservación. El proyecto Canyet, impulsado por la Fundación FAPAS-Alcoi y apoyado por el Departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Alcoy, ha hecho posible la reintroducción del buitre común (Gyps fulvus) en la Serra de Mariola.

Iniciado en el año 2000, este programa busca recuperar la población de buitres en la comarca siguiendo los criterios de sostenibilidad y protección del patrimonio natural marcados por la Auditoría Ambiental Municipal. En 2005, la zona del Canyet de les Pedres de Sant Cristòfol fue declarada reserva de fauna, garantizando así un entorno seguro para estas aves y limitando los usos del espacio.

Gracias a más de dos décadas de esfuerzo, hoy la colonia de buitres de la Mariola se ha consolidado como una de las más activas de España, con alrededor de 80 ejemplares que sobrevuelan habitualmente el Barranc del Cint. De hecho, algunas parejas ya han nidificado en otros puntos del entorno, como el paraje de Huit Piletes, en Cocentaina.

Los técnicos de FAPAS-Alcoi realizan labores de seguimiento y anillamiento de crías, un trabajo exigente que a menudo implica escalar para acceder a los nidos. Desde el inicio del proyecto han nacido más de quince pollos y se han establecido unas 28 parejas reproductoras. Además, el aumento de buitres ha favorecido la presencia de otras aves rapaces y carroñeras, enriqueciendo la biodiversidad local.

Hoy, el vuelo de los buitres sobre el Cint no solo es una postal inolvidable para los senderistas, sino también el símbolo de un éxito ambiental: el regreso estable de una especie que hacía décadas había desaparecido de los cielos alicantinos.

4. La zona de la buitrera y el ascenso al Alt de les Pedreres

Tras dejar atrás el fondo del barranco se llega a la conocida Buitrera del Barranc del Cint, una reserva de fauna donde se refugia la colonia de buitres que puebla la zona y la que se la suministra alimento para favorecer su permanencia. Aunque el acceso al interior del vallado está restringido para proteger la especie, desde el exterior se pueden ver a ejemplares posados en los árboles o elevándose en círculos sobre las corrientes térmicas. Con suerte, alguno puede pasar tan cerca que casi se percibe el roce del aire bajo sus alas.

El camino comienza aquí a ganar altura. La subida hacia el Alt de les Pedreres es progresiva, con algunos tramos pedregosos pero sin dificultad técnica. Cuanto más se asciende, mejores son las vistas y más cerca vuelan los buitres. Es habitual verlos en grupos, aprovechando las corrientes ascendentes para desplazarse entre las paredes del barranco y las cimas cercanas.

Antes de llegar a la cima pasamos por una zona de canteras de roca para usar en la construcción. También vemos la villa Penjamo, la casa donde residía la familia de canteros a mediados del siglo XX. Tiene unos extraños capiteles y tejados. Estas canteras han sido utilizadas desde el siglo XVII hasta aproximadamente 1970.

Villa Penjamo: la casa de los canteros

En lo alto se alcanza el mirador del Alt de les Pedreres, uno de los puntos panorámicos más espectaculares de Alcoi. Desde allí se domina toda la sierra de Mariola y, en días claros, se pueden distinguir los perfiles del Montcabrer, el Benicadell, la Serrella y la Aitana. La ciudad de Alcoi queda encajada entre montañas, y el viento suele soplar con fuerza, recordando que estamos en plena naturaleza.

El esfuerzo del ascenso se ve ampliamente recompensado por esta panorámica.

Montcabrer desde el mirador del Cint
Cocentaina desde el mirador del Cint

5. La Ermita de Sant Cristòfol y el regreso al Preventori

Desde el mirador, la ruta continúa por senda hasta la Ermita de Sant Cristòfol, un pequeño templo blanco situado en una colina con vistas privilegiadas sobre la comarca del Comtat i L’Alcoià. Su entorno invita al descanso: bancos de piedra, árboles que ofrecen sombra y un ambiente sereno que contrasta con el bullicio de Alcoi, visible en la distancia.

Mirador del cint. Cruz de la ermita al fondo
Ermita Sant Cristofol

La ermita es un lugar curioso y bonito, cargado de historia local. Al lado de la ermita hay un aljibe que recoge el agua que cae sobre el tejado de la ermita y también de casi todo el área de alrededor. La cruz también es un elemento clave de la zona y un lugar ideal para hacerse las fotos de rigor del grupo de senderistas, familiares y amigos.

La ermita es del siglo XVI y tuvo su apogeo hasta el siglo XIX. Durante el siglo XX entró en decadencia y un grupo de jubilados con su esfuerzo y subiendo los materiales reforzaron la estructura para que no fuera una auténtica ruina. Hace unos años un pintor local pidió permiso para pintar el interior, harto de no recibir contestación decidió subir el solo con sus materiales de pintura día tras día y comenzar a pintar la ermita. Acabó en 2022. Podéis leer la historia más detallada en facebook y el instagram de Jesús Cees Faura.

Desde la ermita se inicia la bajada hacia el área recreativa de Sant Cristòfol, enlazando después con el camino que conduce nuevamente al Preventori. El descenso es más suave que la subida y permite disfrutar con calma de las vistas del valle, del aroma a pino y de la sensación de cierre circular de la ruta. Conviene, eso sí, mantener precaución en los tramos de piedra suelta y evitar acercarse demasiado a los bordes del precipicio, especialmente si se va con niños.

Cruz de la ermita de San Cristobal a Alcoy
Aljibe de la ermita de San Cristobal.

6. Área recreativa Font de l’Hortet del Pobre

Un pequeño oasis escondido entre pinares, ideal para hacer una pausa y disfrutar del entorno. Este área recreativa cuenta con mesas de picnic, bancos de piedra y sombra abundante, gracias a los pinos carrascos que crecen en torno a la fuente.

La fuente, que da nombre al lugar, mana de una pared de piedra y ofrece un hilo constante de agua fresca durante buena parte del año. Es un punto muy apreciado por senderistas y vecinos de Alcoi, tanto para reponer fuerzas como para disfrutar de un almuerzo en plena naturaleza. El murmullo del agua y el canto de los pájaros crean un ambiente sereno que contrasta con la sensación más abierta y aérea del Barranc del Cint.

L'hortet del poble

Además, la Font de l’Hortet del Pobre tiene un valor simbólico dentro del itinerario: marca el paso entre la parte baja del barranco y la subida hacia las zonas altas del Alt de les Pedreres. Es el lugar perfecto para detenerse unos minutos, respirar, y prepararse para continuar el descenso hacia el Preventori y acabar la ruta.

7. Consejos para la ruta del barranc del cint

Calzado adecuado: Aunque el recorrido no tiene pasos técnicos, conviene llevar botas o zapatillas de montaña con buena suela.

Evitar las horas de calor: El entorno es mediterráneo y en verano puede hacer mucho calor; lo ideal es realizar la ruta en primavera, otoño o invierno.

Agua y comida ligera: No hay fuentes seguras en todo el recorrido, por lo que es recomendable llevar suficiente agua y algo para picar en el mirador o en la ermita.

Prismáticos o cámara: La observación de buitres gana mucho con prismáticos. Verlos planear tan de cerca es una experiencia difícil de olvidar.

Precaución con el precipicio: En algunos puntos el sendero pasa junto a cortados; no conviene acercarse demasiado, especialmente con niños.

Respeto por la fauna: No acercarse a las zonas valladas ni hacer ruidos que puedan alterar a las aves.

Inicio temprano: Comenzar por la mañana permite disfrutar de mejor luz, menos calor y más actividad de las aves.

8. El barranc del cint como ruta familiar

La circular del Barranc del Cint es perfecta para familias con niños acostumbrados a caminar o para senderistas que busquen un recorrido agradable, con cierta aventura pero sin excesivo esfuerzo. Aunque el texto original señala que “no tiene apenas desnivel ni pendientes cañeras”, en realidad el ascenso al mirador acumula unos 450 metros de subida, por lo que conviene tomárselo con calma. No obstante, el camino es amplio, sin pasos peligrosos, y se puede adaptar el recorrido regresando por el mismo barranco si se desea acortar.

El interés de los más pequeños suele mantenerse alto gracias a la presencia de los buitres. Observar cómo planean, cómo se posan en las rocas o cómo giran en círculos sobre el valle es una de esas experiencias que se graban en la memoria. Si además se les anima a buscar rastros, plumas o huellas, la ruta se convierte en toda una aventura educativa.

Esta ruta circular por el Barranc del Cint y la Ermita de Sant Cristòfol resume lo mejor del entorno de Alcoi: naturaleza salvaje, historia local y paisajes panorámicos. No hace falta ser un senderista experimentado para disfrutarla, basta con tener ganas de caminar y dejarse maravillar por el vuelo de los buitres.

Es una excursión perfecta para desconectar, para pasar una mañana o una jornada completa al aire libre y redescubrir el valor del silencio, del viento y de la montaña. Una de esas rutas que, pese a su sencillez, dejan huella. Un pequeño tesoro natural a pocos minutos de Alcoi, ideal para quienes buscan una ruta circular llena de vida, vistas y naturaleza.

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