Ruta circular al Cabeço d’Or con el PR-CV 2

La Excursión al Cabeço d’Or es, sin duda, una de las joyas del senderismo en la provincia de Alicante. Quienes se aventuran por la ruta circular del PR-CV 2 descubren un paisaje abrupto, moldeado durante millones de años por procesos geológicos que todavía pueden leerse en sus laderas, crestas y cortados. El macizo del Cabeço d’Or no sólo destaca por su forma piramidal reconocible desde kilómetros de distancia, sino también por su íntima conexión con uno de los tesoros subterráneos más impresionantes del litoral levantino: las Cuevas de Canelobre.

Esta montaña guarda historias escritas en la roca. Sus dolomías, calizas jurásicas y fallas activas cuentan cómo la sierra se elevó, se plegó y se erosionó hasta mostrar el aspecto que hoy podemos ver. Mientras se asciende por el PR-CV 2, cada tramo del sendero revela texturas, colores y formaciones que explican por qué el Cabeço d’Or es un referente tanto para excursionistas como para geólogos. Al mismo tiempo, su entorno natural alberga una biodiversidad rica, marcada por carrascas, pinos carrascos, sabinas, romeros y una fauna que sobrevive entre barrancos secos y paredes escarpadas.

Realizar esta ruta no es sólo caminar; es vivir el paisaje mediterráneo en estado puro. Es sentir el viento en la cresta, asomarse a panorámicas que alcanzan la costa alicantina y comprender cómo la montaña y la cueva forman un mismo organismo natural, perforado por galerías de millones de años. Para quienes buscan aventura, conocimiento y belleza en un mismo recorrido, la excursión al Cabeço d’Or por el PR-CV 2 es una experiencia que vale la pena vivir de principio a fin.

Geología única del Cabeço d’Or y su relación con la Excursión al Cabeço d’Or

La Excursión al Cabeço d’Or invita a descubrir una montaña que no sólo destaca por su silueta imponente, sino también por la fascinante geología que la sostiene. El macizo es un auténtico libro abierto donde pueden leerse millones de años de historia geológica del sureste peninsular. La mayor parte del Cabeço d’Or está formada por calizas y dolomías del Jurásico, materiales duros y resistentes que dan lugar a crestas afiladas, paredes vertiginosas y un relieve abrupto que marca la personalidad de esta sierra. Estos depósitos carbonatados se formaron en antiguos ambientes marinos, cuando esta región estaba sumergida bajo mares cálidos y poco profundos. Con el paso del tiempo, el levantamiento tectónico elevó estos estratos hasta convertirlos en la montaña que hoy conocemos.

Mientras se avanza por el PR-CV 2, las texturas y colores de las rocas cambian de un tramo a otro, evidenciando cómo los procesos de plegamiento y fracturación han modificado la estructura del macizo. No es extraño encontrar fallas visibles, fracturas abiertas y capas inclinadas que parecen desafiar al paisaje. Todo ello permite intuir cómo las fuerzas tectónicas que dieron forma al Sistema Bético dejaron su huella aquí, empujando y superponiendo materiales hasta crear un relieve complejo. Además, la erosión ha trabajado durante miles de años, cincelando barrancos profundos y modelando las paredes que rodean la zona del Racó de Seva o las laderas que acompañan al sendero en su aproximación al collado. Vemos en las fotos el Esquenall de la Horadada.

Vista de arco del Cabeço d'Or. Esquenall de la Horadada
Zoom del arco kárstico del Cabeço d'Or

La geología del Cabeço d’Or no sólo es interesante en superficie. Bajo tus pies se esconde un auténtico laberinto subterráneo de galerías, huecos y conductos kársticos. La naturaleza calcárea del macizo favoreció, desde hace millones de años, la disolución de la roca por parte del agua infiltrada. Esa acción química y mecánica lentamente horadó el interior de la montaña hasta crear una extensa red subterránea que, en algunos casos, conecta directamente con cavidades visibles hoy. La joya de esta red es, sin duda, la Cueva de Canelobre, cuya existencia está íntimamente ligada a la composición geológica del Cabeço. Las estalactitas, estalagmitas y columnas de su interior son la huella viva de ese trabajo silencioso del agua, que transformó la montaña desde dentro.

A lo largo del recorrido, el senderista puede observar detalles que evidencian este origen kárstico: dolinas, grietas abiertas, lapiaces y pequeñas oquedades que parecen respiraderos del mundo subterráneo. Estos elementos no sólo enriquecen el paisaje, sino que también explican por qué el Cabeço d’Or ha sido estudiado durante décadas por geólogos, espeleólogos y especialistas del Instituto Geológico y Minero de España. La montaña es, de hecho, un Lugar de Interés Geológico reconocido por su valor científico, didáctico y paisajístico, un punto clave para comprender la evolución geológica del litoral alicantino.

La Excursión al Cabeço d’Or, por tanto, no es simplemente una ruta senderista atractiva, sino un viaje a través del tiempo. Cada paso del PR-CV 2 conecta al caminante con un pasado remoto donde mares tropicales, choques tectónicos y procesos de erosión esculpieron la forma actual del macizo. Y precisamente esa mezcla entre aventura, ciencia y paisaje es lo que convierte a esta montaña en una experiencia tan especial y recordada por todos los que la recorren.

Ruta circular PR-CV 2: recorrido, desnivel y puntos emblemáticos

La ruta circular del PR-CV 2 es la columna vertebral de la Excursión al Cabeço d’Or, un itinerario que combina exigencia física con un desnivel acumulado alto, belleza paisajística y un recorrido lo bastante variado como para sorprender incluso a senderistas experimentados. Este trazado, de carácter montañoso y con tramos de pendiente pronunciada, bordea la montaña y asciende hasta su cumbre por senderos históricos que han servido durante décadas a pastores, vecinos de Busot y exploradores alicantinos de la sierra. Su recorrido permite disfrutar de un entorno mediterráneo puro, donde el silencio, el aroma a romero y el contraste entre calizas blancas y el verde de los pinos acompañan cada paso.

El PR-CV 2 suele iniciarse en la zona del Racó de Seva, un estrecho valle protegido por paredes calizas que actúa como puerta natural hacia el interior del macizo. Desde ahí, el sendero se adentra en un terreno pedregoso, con zigzags que permiten ir ganando altura a buen ritmo sin agotar al caminante demasiado pronto. El desnivel acumulado ronda los 850 metros, una cifra que exige cierto nivel físico, aunque el trazado está lo suficientemente bien marcado y mantenido como para que casi cualquier senderista habituado pueda completarlo sin dificultades. Conforme se asciende, el paisaje se abre hacia barrancos interiores y paredes que muestran fracturas y pliegues característicos de la geología del Cabeço d’Or.

Uno de los momentos más especiales del itinerario es el paso por el Collado del Polset, donde el sendero se bifurca hacia la cumbre o hacia el borde occidental del macizo. Desde este punto, si el clima acompaña, ya pueden verse las planicies interiores de Alicante, la costa cercana y, en días especialmente claros, incluso la isla de Tabarca. El ascenso final hacia la cima requiere atención, ya que el terreno se vuelve más rocoso y expuesto. Aun así, el tramo está lo suficientemente pisado como para avanzar sin dificultades, dejando que la emoción de acercarse al punto más alto impulse los últimos metros.

La cumbre del Cabeço d’Or, a 1.209 metros de altitud, recompensa el esfuerzo con una panorámica de 360 grados que corta la respiración. Desde allí pueden distinguirse el Puig Campana, la Sierra de Aitana, el Maigmó y como no la belleza del Mediterráneo. Resulta fácil comprender por qué este pico es uno de los más emblemáticos de la provincia: domina el paisaje y ejerce un magnetismo especial sobre quienes lo visitan. Añadimos que está relativamente cerca de núcleos importantes de población. No es una montaña vacía los fines de semana.

El descenso por la vertiente opuesta completa la circularidad del PR-CV 2 y permite observar nuevos contrastes en la ladera norte, más sombría y fresca. El sendero desciende entre zonas de pedrera y tramos de roca sólida, donde las huellas del karst están muy presentes. Poco a poco el paisaje vuelve a abrirse hacia el Racó de Seva, cerrando el bucle de un recorrido tan completo como emocionante. A lo largo de toda la ruta, señales blancas y amarillas guían al excursionista facilitando avanzar con seguridad.

Realizar la ruta circular del PR-CV 2 no es sólo completar una ascensión; es permitir que la montaña muestre sus múltiples caras. Es una experiencia que combina deporte, naturaleza, geología y tradición, y que explica por qué tantos senderistas consideran este recorrido una de las mejores formas de conocer la esencia del Cabeço d’Or.

Las Cuevas de Canelobre: maravilla espeleológica conectada al Cabeço d’Or

La Excursión al Cabeço d’Or no puede entenderse plenamente sin hablar de uno de los tesoros subterráneos más impresionantes de la provincia de Alicante: las Cuevas de Canelobre. Su origen, evolución y espectacularidad visual están directamente ligados a la geología del propio macizo, ya que la montaña funciona como un gigantesco sistema kárstico que ha permitido, durante millones de años, la creación de cavidades, galerías y espacios huecos moldeados por el agua. Lo que hoy conocemos como Canelobre es, en esencia, un fragmento visible de ese mundo oculto que se extiende bajo la roca jurásica del Cabeço.

Cuevas Canelobre

La cueva se formó gracias al lento proceso de disolución de las calizas, un fenómeno típico en montañas carbonatadas. El agua de lluvia, ligeramente ácida, se infiltra por grietas y fallas, disolviendo la roca y ampliando los conductos a lo largo de eras geológicas completas. Este proceso creó la enorme sala que caracteriza a las Cuevas de Canelobre, una cavidad tan amplia que a menudo se la compara con la nave central de una catedral gótica. Su techo abovedado, de casi 70 metros de altura, es una obra maestra natural que sólo la paciencia geológica puede producir. Es impresionante pensar que, mientras los visitantes recorren la cueva admirando sus formaciones, esa actividad erosiva sigue ocurriendo en silencio bajo nuestros pies. La entrada cuesta 8 euros para adultos y 4 para niños. Es una buena actividad para realizar en familia.

La relación entre la cueva y la montaña que la alberga es profunda. Las fracturas visibles en el exterior del Cabeço d’Or, especialmente en las zonas que atraviesa el sendero del PR-CV 2, actúan como puntos de entrada para el agua que posteriormente se filtra hacia el interior del macizo. Es justamente esa red de fracturas la que permitió que el sistema kárstico creciera, modelando poco a poco el interior de la montaña. Las estalactitas, estalagmitas, coladas y columnas que decoran la cueva son testigos del lento movimiento del agua enriquecida con minerales, que deposita carbonato cálcico gota a gota, creando formas que pueden tardar cientos o miles de años en crecer apenas unos centímetros.

Una curiosidad fascinante es que, en ciertos puntos del PR-CV 2, especialmente en las zonas superiores de la ladera oriental, es posible notar cómo la roca presenta microfisuras, lapiaces y pequeñas cavidades que anuncian la presencia de un sistema subterráneo activo debajo. Aunque el excursionista no lo vea directamente, gran parte del macizo funciona como una esponja petrificada donde el agua circula lentamente hacia niveles inferiores, alimentando el desarrollo de las cavidades como Canelobre. Esta interconexión explica por qué el macizo es considerado un Lugar de Interés Geológico: no sólo es un referente en superficie, sino que también alberga un patrimonio espeleológico de primer nivel.

Las Cuevas de Canelobre, abiertas al público desde mediados del siglo XX, se han convertido en uno de los destinos turísticos más visitados de Alicante. Su interior iluminado revela un espectáculo natural que sorprende a cualquier visitante, desde expertos espeleólogos hasta senderistas que han completado la ruta del Cabeço y desean conocer la montaña desde otra perspectiva. La visita a Canelobre ofrece una comprensión más completa del macizo, ya que permite observar, desde dentro, los efectos de los mismos procesos geológicos que dan forma al relieve exterior. Además, la historia humana ligada a la cueva (incluyendo episodios en los que fue utilizada como refugio o como taller durante periodos de conflicto como la guerra civil) añade una capa cultural que enriquece todavía más la experiencia.

La simbiosis entre la montaña y la cueva es innegable. Caminar por la Excursión al Cabeço d’Or y después adentrarse en Canelobre es, en cierto modo, completar un ciclo natural: del exterior luminoso y rocoso al interior oscuro y mineral, del viento en la cresta al silencio pétreo del subsuelo. Juntos, montaña y cueva narran la historia completa del paisaje, una historia que combina ciencia, naturaleza y misterio.

Biodiversidad, paisaje y miradores panorámicos de la sierra

La Excursión al Cabeço d’Or no sólo destaca por su geología singular y por la presencia de las Cuevas de Canelobre; también es un enclave privilegiado desde el punto de vista ecológico y paisajístico. El macizo, situado en una transición entre ambientes litorales y zonas montañosas del interior alicantino, reúne una biodiversidad sorprendente para una sierra de altitud moderada. Este mosaico natural, visible a lo largo del PR-CV 2, aporta una dimensión sensorial que complementa a la perfección el atractivo geológico de la ruta. Colores intensos, aromas mediterráneos, cantos de aves y panorámicas amplísimas se combinan para ofrecer una experiencia que envuelve al excursionista en cada tramo.

Panorámica desde el Cabeço d'Or
Vista de la subida al cabeço d'Or

La vegetación que caracteriza al Cabeço d’Or está formada principalmente por especies típicas del matorral mediterráneo. El pino carrasco domina en muchas laderas, especialmente en las más soleadas, creando masas forestales que se regeneran con facilidad incluso tras periodos secos. En la zona de umbría también crecen las carrascas. Entre los pinos, aflora un sotobosque compuesto por romero, aliaga, esparto, tomillo, rabo de gato, brezo blanco y matas de lentisco que desprenden un aroma intenso, especialmente cuando el sol calienta el aire en los meses de primavera y otoño, las estaciones más favorables para realizar la excursión. En las zonas más elevadas y expuestas al viento se observan sabinas y comunidades más resistentes, que se agarran a la roca caliza como si formaran parte del propio relieve.

En cuanto a la fauna, no es raro cruzarse con rapaces como el águila perdicera, el cernícalo vulgar o el halcón peregrino, que encuentran en los cortados calizos del macizo un entorno idóneo para nidificar y cazar. También pueden detectarse rastros de mamíferos como el zorro, el tejón o la gineta, aunque su comportamiento nocturno y discreto los hace difíciles de ver durante la caminata. En zonas rocosas, especialmente cerca de la cumbre, es común encontrar lagartos ocelados y pequeñas serpientes no venenosas que aprovechan los huecos de la roca para refugiarse y regular su temperatura. La biodiversidad del Cabeço d’Or es, en definitiva, un reflejo fiel del equilibrio mediterráneo entre dureza climática y resiliencia biológica.

El paisaje cambia constantemente a lo largo del PR-CV 2. Desde el Racó de Seva, un valle estrecho y sombreado con paredes calizas imponentes, se pasa a tramos más abiertos donde la vista se extiende hacia el interior de Alicante. Al ganar altitud, el sendero ofrece panorámicas cada vez más amplias. Uno de los puntos más memorables es el tramo cercano al Collado del Polset, donde el horizonte se abre hacia el norte, mostrando sierras como la del Maigmó, la Grana o la Aitana. A medida que te acercas a la cumbre, las vistas se expanden hacia el sur y el este, permitiendo divisar la costa alicantina, el Cabo de las Huertas, el Puig Campana e incluso, en días muy despejados, la silueta de la isla de Ibiza como una sombra lejana sobre el Mediterráneo.

Desde la cima del Cabeço d’Or, los miradores naturales son inmensos. La elevación y la falta de obstáculos en sus laderas convierten la cumbre en un balcón privilegiado para observar la complejidad del relieve alicantino. Además, el contraste entre la aridez de algunas laderas y la frescura de otras crea un paisaje variado que sorprende incluso a senderistas que conocen bien la zona. El descenso por la vertiente norte aporta un ambiente distinto, más sombrío y fresco, donde el verde se intensifica y la sensación de aislamiento se hace mayor, como si se tratara de otra montaña completamente diferente.

Todo ello convierte la Excursión al Cabeço d’Or en una ruta tremendamente completa: geología, vegetación, fauna y vistas memorables se enlazan para crear una experiencia integral. No importa si el senderista viene por primera vez o regresa para redescubrirla; la combinación de biodiversidad y paisaje del macizo siempre tiene algo nuevo que ofrecer.

Consejos prácticos para disfrutar al máximo la Excursión al Cabeço d’Or

La Excursión al Cabeço d’Or es una experiencia que combina esfuerzo físico, interés geológico, riqueza natural y un recorrido circular lleno de contrastes. Para disfrutarla plenamente y garantizar una salida segura y agradable, conviene tener en cuenta una serie de recomendaciones basadas en la experiencia de senderistas habituales, guías locales y el conocimiento del terreno. Aunque el PR-CV 2 está bien marcado y es uno de los itinerarios más frecuentados de la zona, el Cabeço sigue siendo una montaña exigente, con zonas abruptas, cambios bruscos de viento y un desnivel considerable que merece ser preparado con antelación.

Lo primero es abordar la ruta con equipo adecuado, especialmente calzado de montaña con buena sujeción y suela adherente. El terreno del Cabeço d’Or está formado principalmente por roca caliza, un material que, aunque resistente, puede volverse resbaladizo en días húmedos o con polvo fino acumulado. Llevar bastones de senderismo puede resultar útil en las zonas de pedrera, durante el descenso y en las rampas más duras del camino hacia la cumbre. En cuanto a la ropa, es recomendable vestir por capas, ya que la temperatura cambia drásticamente entre el Racó de Seva (más fresco) y la cresta superior, donde el viento puede soplar con fuerza incluso en días aparentemente tranquilos.

La gestión del agua es otro aspecto fundamental. En todo el PR-CV 2 no hay fuentes ni puntos de abastecimiento, por lo que se recomienda llevar al menos 1,5 a 2 litros por persona, más si la actividad se realiza entre mayo y septiembre. El calor en la Sierra de Alicante puede ser intenso, y la ausencia de sombra en la parte alta de la ruta hace que la deshidratación pueda aparecer rápidamente. También es buena idea llevar alimentos energéticos: frutos secos, barritas de cereales o fruta deshidratada que permitan mantener un buen nivel de energía durante toda la subida.

En términos de orientación, el sendero está bien señalizado con las clásicas marcas blancas y amarillas del PR, además de postes en los cruces más significativos. Aun así, es recomendable llevar un mapa descargado o un track GPS en el móvil por precaución. La niebla no es habitual, pero puede aparecer de forma repentina en días inestables y reducir la visibilidad en la zona de cumbre. Para quienes no están habituados a caminar por terreno montañoso, es buena idea realizar la excursión con alguien experimentado.

Paso Hillary en el Cabeço d'Or
Ruta roca caliza  Cabeço d'Or

El horario de inicio también puede marcar una gran diferencia en la experiencia. Comenzar temprano, especialmente en fines de semana o festivos, no sólo permite evitar horas de calor, sino que también garantiza una ascensión más tranquila. Además, la luz de primera hora de la mañana ilumina las paredes del macizo de manera espectacular, resaltando los tonos anaranjados y grises de la caliza jurásica. Si tu intención es visitar también las Cuevas de Canelobre, es aconsejable planificar tu ruta para llegar al aparcamiento con tiempo suficiente, ya que la afluencia de visitantes puede variar según la temporada. Su horario y tarifas actualizadas pueden consultarse en la página oficial del ayuntamiento de Busot o en plataformas turísticas confiables.

Otro aspecto clave es el respeto al entorno natural. El Cabeço d’Or es un espacio frágil, tanto por su biodiversidad como por sus elementos geológicos. Permanecer en el sendero señalizado, no desprender piedras en zonas de pendiente, evitar ruidos excesivos y llevar siempre la basura de vuelta son prácticas esenciales para preservar este lugar único. Además, en primavera es frecuente encontrar polluelos de aves y reptiles jóvenes, por lo que es fundamental caminar con atención y no invadir áreas donde la fauna pueda estar reproduciéndose.

Finalmente, conviene recordar que el Cabeço d’Or es una montaña con carácter, y su ascensión debe afrontarse con humildad y preparación. Con un buen plan, material adecuado y respeto por el entorno, la Excursión al Cabeço d’Or se convierte en un día inolvidable que combina deporte, naturaleza, aprendizaje y belleza paisajística. No importa cuántas veces se suba: cada visita ofrece un matiz nuevo, una luz distinta, una sensación renovada de estar recorriendo uno de los rincones más emblemáticos y fascinantes de Alicante.

La Excursión al Cabeço d’Or por la ruta circular del PR-CV 2 es mucho más que un simple recorrido de montaña: es una inmersión completa en la esencia natural, geológica y paisajística de Alicante. Cada paso del itinerario revela un aspecto distinto de esta sierra emblemática, desde sus calizas jurásicas llenas de historia hasta la biodiversidad que cubre sus laderas y los miradores que regalan panorámicas que parecen no tener fin. La conexión íntima entre el macizo y las Cuevas de Canelobre añade una dimensión subterránea fascinante, ofreciendo al excursionista la oportunidad de comprender la montaña desde dentro y desde fuera, como una unidad que respira y evoluciona a través del tiempo.

Caminar el PR-CV 2 es, en parte, un ejercicio físico; pero también es una clase magistral de geología viva, un encuentro cercano con el paisaje mediterráneo más auténtico y una experiencia sensorial que se queda grabada en la memoria. La rudeza de la roca, el silencio de las laderas, el viento en la cresta y la amplitud del horizonte forman una combinación difícil de igualar. Ya sea por su interés científico, su valor ecológico o su belleza panorámica, el Cabeço d’Or siempre ofrece algo nuevo que descubrir.

Con una preparación adecuada, respeto por el entorno y ganas de explorar, esta excursión se convierte en una jornada inolvidable que deja al senderista con la sensación de haber recorrido un lugar especial, cargado de energía y significado. Y es justamente esa mezcla de aventura, aprendizaje y emoción lo que hace que muchos regresen una y otra vez a esta montaña icónica del litoral alicantino.

Descripción del itinerario y puntos de paso

1. Pla de la Gralla – Acceso y punto de inicio

El itinerario da comienzo en el Pla de la Gralla, amplio rellano situado en las inmediaciones de las cuevas de Canelobre, al pie del macizo del Cabeçó d’Or.

Acceso desde Alicante:
Desde la ciudad de Alicante se toma la carretera N-340 o la A-70 en dirección a Sant Vicent del Raspeig, enlazando posteriormente con la CV-800 hacia Xixona. Antes de llegar a esta localidad, se toma el desvío hacia Busot por la CV-776, que asciende de forma progresiva hasta las cuevas de Canelobre. El aparcamiento se localiza en una curva amplia de la carretera, poco antes del acceso a las cuevas.

Acceso desde Villena:
Desde Villena se circula por la A-31 en dirección a Alicante, tomando la salida hacia Xixona. Desde esta población se continúa por la CV-800 y posteriormente se enlaza con la CV-776 en dirección a Busot y a las cuevas de Canelobre. La carretera, más estrecha y sinuosa en este tramo final, ofrece ya las primeras vistas del relieve calizo del Cabeçó.

El Pla de la Gralla es un punto cómodo para iniciar la marcha, con sensación de espacio abierto y un entorno claramente montañoso que anticipa el carácter del recorrido.

2. Pista del PR-CV 2 – Mas de Gorgues – Racó de la Mina

Desde el Pla de la Gralla se toma la pista señalizada del PR-CV 2, que se dirige hacia el Cabeçó d’Or. El avance es cómodo y progresivo, ideal para calentar antes de los tramos más exigentes. A la derecha quedan los imponentes paredones de roca, cuya verticalidad acompaña la marcha y refuerza la sensación de estar internándose en un macizo de carácter abrupto.

El paso junto al Mas de Gorgues y el Racó de la Mina aporta un componente histórico al recorrido, evocando antiguos usos agrícolas y mineros. En este tramo, el senderista suele encontrar un ambiente tranquilo, con amplios horizontes y el sonido del viento como compañía habitual. Tras unos 20–25 minutos se alcanza una bifurcación claramente visible.

3. Bifurcación – Racó de Seva

En la bifurcación se toma el ramal derecho, iniciando una subida más marcada por la ladera del monte. La pendiente comienza a sentirse en las piernas, y el paisaje se vuelve más cerrado, con la montaña ganando protagonismo frente al cielo.

La pista conduce hasta las proximidades de una casa situada en el Racó de Seva, visible a la izquierda. Este punto suele ofrecer una breve pausa natural antes de abandonar la pista. Justo a la derecha de la misma arranca el sendero, marcando el inicio de un tramo más montañero y técnico, donde la sensación de progresión es más evidente.

4. Sendero PR-CV 2 – Mas de Polset

El sendero de pequeño recorrido, señalizado con marcas blancas y amarillas, serpentea por la ladera del Cabeçó d’Or. El trazado obliga a un ritmo más pausado, permitiendo disfrutar del entorno inmediato. A la derecha queda una pared rocosa con pequeñas cuevas que transmiten una sensación de refugio natural y de paisaje modelado por el tiempo.

Más adelante, el camino se adentra en un pinar que aporta sombra y un ambiente más fresco, especialmente agradecido en días soleados. La llegada al Mas de Polset, en ruinas, supone un punto clave del recorrido. Desde este enclave, el paisaje se abre hacia el sur, ofreciendo una amplia panorámica de la costa alicantina. En días despejados, la vista de la playa de San Juan, Alicante y el cabo de Santa Pola genera una agradable sensación de contraste entre la montaña y el mar.

5. Mas de Polset – Collado – Cima del Cabeçó d’Or (1.208 m)

Desde el Mas de Polset se continúa en dirección noreste, ascendiendo por la umbría del monte. Este tramo suele resultar más fresco y silencioso, con el sendero discurriendo junto a paredes verticales de roca que transmiten una clara sensación de alta montaña dentro del contexto mediterráneo.

El paso por el roquedo hasta alcanzar el collado requiere mayor atención, pero también incrementa la sensación de aventura y de progresión alpina. Desde el collado, tomando la senda de la izquierda, se supera el tramo final pasando cerca de una ruina y una cueva, antes de alcanzar el vértice geodésico del Cabeçó d’Or, a 1.208 metros de altitud.

La cima ofrece una recompensa notable: vistas extensas de las sierras del norte de Alicante y, en jornadas de atmósfera limpia, la silueta del Peñón de Ifach y la isla de Ibiza emergiendo en el horizonte, una imagen que refuerza la sensación de aislamiento y amplitud.

6. Descenso – Pla del Cabeçó – Cuevas de Canelobre

El descenso se realiza inicialmente por el mismo sendero hasta el Mas de Polset, permitiendo disfrutar de las vistas desde una perspectiva distinta. A partir de este punto se sigue la ruta bien marcada que desciende hacia el sur, con un trazado más cómodo que invita a relajar el paso.

Al llegar al Pla del Cabeçó, el paisaje vuelve a abrirse, generando una sensación de final de etapa. Desde aquí se realiza un rodeo para ascender hasta las cuevas de Canelobre, uno de los enclaves más singulares de la zona. El retorno final por pista hasta el Pla de la Gralla se realiza de forma tranquila, cerrando un recorrido variado, exigente y muy representativo del senderismo en la montaña alicantina.

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